viernes, 30 de abril de 2010

27 III 07

Algo perforò tu cabeza como una aguja venenosa, se revolvian las noches pasadas de mascaradas exageradas. Una rafaga que rompe tu espina con un aroma delisioso. Te enloquece, te hace recordar y por fin te duele de una manera distinta al sufrimiento de antes.

Un respiro de alcohol, una exalada de estomago en inconciencia, una ducha deprimente, un estado en olvido.
Un parpadeo de despertar, un trago de fuego, un juego para ocultar, dolor al dia siguiente tactar.
Un paradero de tu alma, que espera a un pasajero especial.
Una azaña simple que rompe los dedos de unas manos cansadas de escribir.

Aroma del pasado, figura energizante, imagen distante, algo falta que me des aun.
Una excusa para nuestro encuentro, nada es casualidad, pero tendremos que forzar un poco el pasar.

Un paseo nocturno, una cancion en el ocaso, el mismo atardecer que ella debe estar mirando.
Despues de un anochecer de tristeza. Siempre llegara un mañana, siempre existira nuestro amanecer.

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