viernes, 30 de abril de 2010

12 II 07

Realmente no sabían lo que estuvieron haciendo, fui solo una entretención para ustedes, me usaron como un juguete y cuando las aburrí me arrojaron a un rincón o me guardaron en algún cajón. Me entregué inocentemente a ustedes para servirles en todo lo que quisieron, me dieron ilusiones para que permaneciera ahí y alimentaron mi corazón con una falsa esperanza.

Por qué fuiste tan efusiva ese día, claro es; era por que tu estabas mal, y no te importo nada mas, cada vez que te destruías y yo estaba acudías a mí, pero el resto del tiempo siempre me dejabas de lado y jugabas con otros. Siempre preferiste dejarme a mano por si te servia y empezó a nacer en mí la soledad.

Por qué nos tuvimos que encontrar así, ambos supimos que no resultaría como lo planeamos, y los dos jugamos por mucho tiempo a la seducción y lo disfrutamos y éramos prósperos hasta que alguno de los dos hablara y todo marchara mejor. Ahí estuvo el error, no hablaste, simplemente escribiste cosas tan hermosas, cosas tan ciertas. Pero era una carta de despedida, y olvidaste o intentaste olvidar todo lo que ahí pusiste. Jamás supiste que lo que pusiste ahí estuvo incubando en mi corazón una pasión muy hermosa, y la despreciaste por miedo a que todo fuera al revés, sabias que no iba a fallar, que sería perfecto, sin embargo, preferiste abandonar el juego y tratar de buscar otra distracción.

Nuevos sentimientos que no conocía brotan por mi corazón de felpa y mi piel de plástico. Es el remordimiento, la impotencia, el temor, quizás el odio. No sabría describirlo, es un asco por haber perdido tanto tiempo, por haber desaprovechado tantas oportunidades. Esta figura se canso de ser el juguete de algunos, ya es suficiente, ahora me uniré al juego, y llevare a cabo mi propia estrategia para decir jaque al resto

No hay comentarios.:

Publicar un comentario