Oda a Los Elementos…
Resistencia a la pasión,
como cuando el viento toca una
canción,
como cuando a veces se clavan,
agujas en mi corazón.
Siento emoción al ver con
disgusto el rito que ahora golpea mi inspiración.
No puedo seguir buscando el
amor,
si no sigo el camino que lleva
al dolor,
aprendiendo que todo en lo que
hallas sopor
requiere que derrames algo de
sudor.
Si cuando floto por el cielo
revuela mi mente,
siento que si puede existir
gente inteligente,
personas que actúan a veces
como demente,
o a veces te traicionan
actuando violentamente.
Cuando el corazón rebelde
empieza a soñar
ya no es necesario sus llamas apagar,
o cuando la tierra intenta
aplastar
todas tus ilusiones, tu cuerpo
y tu avanzar.
Y el trueno resuena sonoro en
el cielo
y el agua cae firme sin dejar
consuelo
y el metal se oxida, dejando un
cuerpo sereno.
Pero cuando la montaña empieza
a flaquear
con palanca de madera la
podrías modificar.
Y la oscuridad desea ocultar,
toda la luz que irradia tu
libertad.
Y de tu cárcel natural intentas
escapar,
de un bosque de pena, angustia
y lealtad.
Y luego anhelas el tiempo
regresar,
dejar de conocer a esas personas
en verdad
y seguir en una paz de triste
soledad
y morir para poder a los
elementos acompañar.
Luego te topas con todo lo
abismal
en un lago de sangre lágrimas y
sal,
pero si superas la tentación de
tu mal
quizás algún día llegues a ser
normal.
El cielo se fusiona con el
trueno poderoso
y cae la lluvia con viento
estruendoso,
el bosque se moja, dejando un
lago glorioso
y el metal besa el fuego,
quemando doloroso,
debajo de la montaña en una
tierra de gozo
se oculta lo oscuro de la
realidad receloso
y la luz espera el momento de
llegar a los corazones de miedo y sentimiento mentiroso.