domingo, 1 de mayo de 2016

Cae la lluvia, Recuerdos de Magia

Son las 3:48, debería trabajar,
pero por un llamado de antaño busco tus fotos,
leo tus escritos bajo cada una.
Y caigo en la tortura de desearte.

Trato de hallar una pista inexistente en tu sonrisa.
Un te amo oxidado en el dintel de mi cuarto,
un recuerdo de el mejor viaje a tu lado.

Las voces de las hadas y seres de antaño me llenan de magia,
el recuerdo de tu sonrisa me llena de alegría y al instante de pena.

Alegría de haberte conocido, de haberte amado,
de haber podido sentir el calor de tu piel junto a la mía,
de haber viajado a tu lado, de sostener tu mano y arrancarte sonrisas.
La felicidad de la intimidad apasionada que nunca llegó a todo pero jamás fue nada.

Pena, por el dolor de no luchar por ti, por el dolor de tu partida,
huiste tan lejos que no te pude seguir,  e ilusamente creí poder reemplazarte,
nunca dejé de desearte, ni ahora cuando una amistad a distancia llena los vacíos de mis noches.

Sé que eres feliz, y estoy en paz con eso.
Pero no puedo dejar de sentir que por mi culpa perdí, de hecho,
a la mejor persona que pude haber tenido junto a mi pecho.

Por algo pasan las cosas siempre me digo.
Y llegaste a colmarme de felicidad, mientras que yo fui demasiado inmaduro para apreciarte.
La más pura, la más brillante y sensual de mis musas, aún ahora te me apareces como espectro para interpretar la danza frenética de esos ocho meses.
Que llenaron de años mi experiencia.

Aprendí a luchar por quien quiero, aunque no sea la persona perfecta.
Aprendí a no caer en el juego de los imbéciles que inventan mentiras a mis espaldas,
aprendí a llegar más allá de los miedos.
A manipular aún más la magia, a entregarme por completo,
sin necesidad de perderme en el proceso.

Empecé con tristeza a recordarte, pero ya mi pecho se reconforta, aún vives y estás a salvo.
La lluvia calla a lo lejos.
Haciendo tu vida a la corta distancia que me otorga medio continente.
Aún eres alegre, y hermosa por sobre todas, aún haces esas caras que me encantan.

Pero nos separan los procesos de nuestro presente,
no puedo saber que pase mañana,
pero te aseguro que si la oportunidad aconteciese,
no te daría la espalda.

La lluvia se detiene, habrá sido una nube traviesa.
Que me traía tu dulce presencia, sin esperar ya nada.

Te amo mi mágica Briganthya.
Ya nos veremos, cuando vuelva a dar vuelta la rueda y nos topemos una vez más cara a cara

2 comentarios:

  1. hermoso ... lo lei escuchando smashing pumpkings jejejej saludos gonzalo :*

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