Se
respiraba tranquilidad en el ambiente, de pronto el cielo se oscurece y te
cubren tu luz, la luna desaparece, el sol se va y las estrellas se esconden
tras su cortina que llora a la infelicidad, y que es lo que sucede, siento un
peso en mi corazón al mirar los rostros en mi muro, y escapo a esa sensación,
descubro que no puedo, tampoco puedo llorar. Las lagrimas se secaron hace mucho
y me hace mal, y observo la lluvia que se mezcla con mi sangre, y no puedo
dejar de cantar, y resuena el suelo con el latir de mi corazón, me hace falta
algo, y tengo miedo de que sea la felicidad, y tengo miedo de volver a caer en
un abismo, y creo miedo del miedo, y temo por que no sé que tengo, y quiero un
abrazo, un olor conocido, una sonrisa tranquilizadora, y espero que alguien me
diga que sucede, pero no ocurre nada, y me acurruco en un rincón de la
tormenta, y espero sentir al menos dolor, pero el dolor ya no viene, porque
nunca se fue de mí, y aquí esta, y es mi compañía, mi eterno guía, y viviré
sufriendo por no saber que esperar, por no querer ya encontrar, eso que tengo y
no quiero hallar....
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