Lo lamento, fue el triple de difícil y doloroso el
tratar de evitarte en comparación al dolor que siento al tenerte cerca.
Nunca volveré a esquivar tu saludo, tu sonrisa o quizás un abrazo tuyo. Es
mejor que solo uno de nosotros muestre indiferencia, pues si ambos lo hacemos,
los dos sufriremos.
Jamás volveré a ser tan frió contigo, cuando me comporto así, no soy yo mismo,
te tratare con cariño, pues siempre me ayudas con tu luz cuando me siento en
tinieblas. Por eso te siento como mi sol.
Procurare decírtelo alguna vez, cuando los planetas se congelen, mi alma se
petrifique y tú revivas mi corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario