Iba por la calle, la libreta en mi siniestra y en mi diestra un lápiz. Mordía la tapa y la punta quedaba hacia adelante.
Se me acercó alguien desde la otra dirección mi puño en un instante amenazó su cuello, penetró la traquea y mientras se ahogaba en su propia sangre le quité mi lápiz, limpié un poco en su rostro formando una "equis".
Lamí el resto que aún manchaba el lápiz y mi mano...
Esquivé el cuerpo tembloroso y seguí mi camino tranquilo y mordiendo un lápiz pasta azul...
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