jueves, 30 de septiembre de 2010

Jueves.27.Abril.MMVI (Oda a Los Elementos)

Resistencia a la pasión,

como cuando el viento toca una canción,

como cuando a veces se clavan, agujas en mi corazón.

Siento emoción al ver con disgusto el rito que ahora golpea mi inspiración.

No puedo seguir buscando el amor,

si no sigo el camino que lleva al dolor,

aprendiendo que todo en lo que hallas sopor

requiere que derrames algo de sudor.

Si cuando floto por el cielo revuela mi mente,

siento que si puede existir gente inteligente,

personas que actúan a veces como demente,

o a veces te traicionan actuando violentamente.

Cuando el corazón rebelde empieza a soñar

ya no es necesario sus llamas apagar,

o cuando la tierra intenta aplastar

todas tus ilusiones, tu cuerpo y tu avanzar.

Y el trueno resuena sonoro en el cielo

y el agua cae firme sin dejar consuelo

y el metal se oxida, dejando un cuerpo sereno.

Pero cuando la montaña empieza a flaquear

con palanca de madera la podrías modificar.

Y la oscuridad desea ocultar,

toda la luz que irradia tu libertad.

Y de tu cárcel natural intentas escapar,

de un bosque de pena, angustia y lealtad.

Y luego anhelas el tiempo regresar,

dejar de conocer a esas personas en verdad

y seguir en una paz de triste soledad

y morir para poder a los elementos acompañar.

Luego te topas con todo lo abismal

en un lago de sangre lágrimas y sal,

pero si superas la tentación de tu mal

quizás algún día llegues a ser normal.

El cielo se fusiona con el trueno poderoso

y cae la lluvia con viento estruendoso,

el bosque se moja, dejando un lago glorioso

y el metal besa el fuego, quemando doloroso,

debajo de la montaña en una tierra de gozo

se oculta lo oscuro de la realidad receloso

y la luz espera el momento de llegar a los corazones de miedo y sentimiento mentiroso.

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