lunes, 25 de agosto de 2014

Desilusión, muerte y renacimiento

No importa el día, siempre llegas a mí. 
Envuelta en ese halo tóxico que trasforma todo en tristeza... 
Llegas y destruyes y luego te vas. Como los referentes de mi infancia, 
como los sueños despiertos y los desamores.... 
Sólo abusas de lo que soy. Llegas con tu tentadora sonrisa y te vas sin peso ni prisa... 
Soy yo la que cae en el abismo. Y en cada hora he de aprender, resistir y levantarme.... 
Pero ahora, ahora soy tristeza y frustración.

Sin embargo no puedo evitar pensar  que es mi culpa,  soy  adicta al afecto,
como un perro  callejero,  si me llamas voy,  si quieres cariño te daré todo el que tengo,
y aunque puedas marcharte  después de eso,  seguiré amándote, 
porque supiste dar amor a alguien que siempre lo necesita, 
aunque no hallas querido recibirlo.  Tal vez  es demasiado para que sólo lo posea una persona,
Quizás  debo estar en soledad, repartiendo los trozos de afecto y recibiendo esa palmada en la cabeza que hace que el hambre y la pena  no importen aunque sea por un segundo,  aunque sólo fuese un instante,  he podido ser feliz a tu lado,    en la amistad, en la lejanía  o la piel,  he podido escucharte y admirarte,  abrazarte, guardar tu aroma en los confines de mi mente...  
He podido soñarte  y  creer  en tu cariño, pero claro,   
nunca será  suficiente,  por eso no debes temer que me deprima de vez en cuando,   
me estoy limpiando las heridas,  para al día siguiente vagar por el mundo, 
repartiendo este amor incomprensible  y 
recibiendo los restos de sonrisas que alimentan mi motor...  

Ya no importa,  aunque dudo que alguien lo entienda,  
seguiré  siendo yo misma,  
aunque piense que nunca me amarás como  yo te amo, 
seguiré dando todo de mí  para verte  sonreír...

y sabes,  no lo digo con ningún nombre, 
porque escribo a los que se sientan tocados por mi cariño,  
a mis ex amantes, a las chicas que sonrieron con algún chiste en la vereda, 
a las amigas y amigos,  a los padres, a los primos,  a los hermanos y "mascotas", 
escribo a los que no he conocido,  para que quede claro que no es personal, 
sólo  TE AMO y ya está,  
no hay nada de malo en ello,  ni segundas intenciones
 y desde ahora ya no más miedos.

Nunca te abandonaré, no importan las peleas estúpidas,  
los desacuerdos  o cuanto tiempo y espacio nos separen,   
en los sueños te cuidaré. Seré esa ave que no viste pasar, 
o el sabueso  que te protege en los caminos nocturnos,  
el dragón o las hadas de tus fantasías,  el humo que exhalas de tu boca...   
no me iré,  quiero  que no te preocupes de mi pena,  
porque es mi culpa desear  tanto de la gente, 
es mi culpa creer que todos podemos amar libremente, 
quizás tenemos la capacidad,  pero es algo más bien personal...

Ves,  la tristeza ya se va fundiendo entre la resignación de no vivir en un mundo ideal,
en la aceptación de que mi mundo  nunca será  realidad, 
se va mezclando en mi piel  entre el fuego  y la oscuridad,  
se retira a su espacio hasta nuevamente asomar....





No hay comentarios.:

Publicar un comentario