No importa el día, siempre llegas a mí.
Envuelta en ese halo tóxico que trasforma todo en tristeza...
Llegas y destruyes y luego te vas. Como los referentes de mi infancia,
como los sueños despiertos y los desamores....
Sólo abusas de lo que soy. Llegas con tu tentadora sonrisa y te vas sin peso ni prisa...
Soy yo la que cae en el abismo. Y en cada hora he de aprender, resistir y levantarme....
Pero ahora, ahora soy tristeza y frustración.
Sin embargo no puedo evitar pensar que es mi culpa, soy adicta al afecto,
como un perro callejero, si me llamas voy, si quieres cariño te daré todo el que tengo,
y aunque puedas marcharte después de eso, seguiré amándote,
porque supiste dar amor a alguien que siempre lo necesita,
aunque no hallas querido recibirlo. Tal vez es demasiado para que sólo lo posea una persona,
Quizás debo estar en soledad, repartiendo los trozos de afecto y recibiendo esa palmada en la cabeza que hace que el hambre y la pena no importen aunque sea por un segundo, aunque sólo fuese un instante, he podido ser feliz a tu lado, en la amistad, en la lejanía o la piel, he podido escucharte y admirarte, abrazarte, guardar tu aroma en los confines de mi mente...
He podido soñarte y creer en tu cariño, pero claro,
nunca será suficiente, por eso no debes temer que me deprima de vez en cuando,
me estoy limpiando las heridas, para al día siguiente vagar por el mundo,
repartiendo este amor incomprensible y
recibiendo los restos de sonrisas que alimentan mi motor...
Ya no importa, aunque dudo que alguien lo entienda,
seguiré siendo yo misma,
aunque piense que nunca me amarás como yo te amo,
seguiré dando todo de mí para verte sonreír...
y sabes, no lo digo con ningún nombre,
porque escribo a los que se sientan tocados por mi cariño,
a mis ex amantes, a las chicas que sonrieron con algún chiste en la vereda,
a las amigas y amigos, a los padres, a los primos, a los hermanos y "mascotas",
escribo a los que no he conocido, para que quede claro que no es personal,
sólo TE AMO y ya está,
no hay nada de malo en ello, ni segundas intenciones
y desde ahora ya no más miedos.
Nunca te abandonaré, no importan las peleas estúpidas,
los desacuerdos o cuanto tiempo y espacio nos separen,
en los sueños te cuidaré. Seré esa ave que no viste pasar,
o el sabueso que te protege en los caminos nocturnos,
el dragón o las hadas de tus fantasías, el humo que exhalas de tu boca...
no me iré, quiero que no te preocupes de mi pena,
porque es mi culpa desear tanto de la gente,
es mi culpa creer que todos podemos amar libremente,
quizás tenemos la capacidad, pero es algo más bien personal...
Ves, la tristeza ya se va fundiendo entre la resignación de no vivir en un mundo ideal,
en la aceptación de que mi mundo nunca será realidad,
se va mezclando en mi piel entre el fuego y la oscuridad,
se retira a su espacio hasta nuevamente asomar....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario