jueves, 17 de abril de 2014

Fin

Salía de la casa para despejar las ideas, su ex se había enamorado, su hija no debía cargar con el lastre de hacerlo sonreír.

La bicicleta surcaba por el centro, el sudor se acumulaba en la espalda y las lágrimas eran arrastradas por el viento, el piso quedaba salpicado de rojo, la ropa y las ruedas, la sangre latía saliendo de sus venas, y así, entre un desmayo y un choque, todo terminó...

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