martes, 11 de febrero de 2014

Publicado como viene, tal como la vida...

En estás vísperas, por una u otra razón nunca me siento satisfecho,  no sé si será el materialismo constante que me rodea, pasamos de una fiesta comercial a otra, ponemos significado a nuestra existencia en esa semana sabiendo que deberíamos siempre ser así, siempre constantes, siempre con el entendimiento por delante, la charla, el amor, el afecto, la amistad, la sinceridad. Cosas que deberían ser parte de lo cotidiano...  me da un asco por la hipocresía humana, la gente desesperadamente se une a la familia en navidad, y con locura buscan el amor en los mediados de febrero,  cuando esa debería ser su actitud natural...

Por que le quieres mostrar al resto una máscara de ti, por que te esfuerzas en aparentar felicidad o madurez cuando por dentro te pudres lentamente con cada gesto vacío??

O tal vez sólo estoy agotado... Cansado de vivir la vida que creo es correcta....
Me gustaría sentir  la maldad en mis manos, la crueldad de desearle sinceramente mal a otro, de hacerle mal a otro, pues toda la vida veo como los infames se burlan de lo correcto, asesinos, políticos deshonestos, villanos y ladrones, violadores, mentirosos, arrogantes, bandoleros,  inescrupulosos, tramposos....

Me da envidia la felicidad ajena??  pues sí,  a quien no le da un poco,  ves personas viajando, cumpliendo sus sueños, amando sin rumbo fijo mientras el esfuerzo construye los puentes de el futuro que desean... y claro,  te alegras por sus logros, los abrazas sinceramente   y sin embargo la sensación de pesar en tu corazón no desaparece...

Se viene otro 14 de Febrero, fecha maldita en que parece que todos  los amantes enriquecen y uno cúal cucaracha se esconde en las sombras esperando no ser aplastado por tanta hipocresía,  como dije, no son todos, pero la mayoría se deja llevar por la corriente, y yo también lo he hecho,  también he celebrado las frías fiestas del comercio para no estar solo...

Nunca he estado satisfecho, ningún 14 o ningún 25 o ningún 31 u otras que no recuerdo.....  los cambios de ciclos se dan inesperadamente, de sorpresa, como la brisa que te recibe al llegar a casa,  como la calidez de un beso perdido en el tiempo, como el abrazo de las sobras en la noche, te recibe tal como eres... vulnerable y solitario, seca tus lágrimas, te cobija como muchas veces te gusta hacerlo y por fin, te entiende...



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