sábado, 11 de abril de 2015

El motivo de un adiós



"...No te besé... porque sentí que tú merecías mucho más que un beso de Gon. Qué te podría dar? Ni siquiera sé besar, ni amar, ni sonreír,  con suerte caminar y callar, cómo podría tocar tu piel y erizarte la piel,  cómo podría conocer el movimiento de tus caderas y la fuerza de tus piernas?

Debo entegarte algo que desconozco, me aterra saber que eres demasiado inalcanzable y preciosa.   Sensual y cariñosa. Eres mucho más que eso.

Tus palabras todavía palpitan en mi cerebro.  Aún hacen bombear mi sangre.  Tal vez por eso que nos hemos distanciado.

Nuestro amor iba más allá de lo convencional.  No podíamos ser parte del tedio y la rutina.
Me respondiste lo que nunca alcancé a preguntar.

Yo tampoco supe expresarlo físicamente.
Los abrazos más grandes se volvieron diminutos.
Y los besos más apasionados se convirtieron en fría nieve.
Así nos quedamos los dos; sin ideas, sin abrazos,  sin besos, gemidos ni caricias que pudieran satisfacernos... Sin peleas que pudiesen reconciliarnos.

Al final,  sólo quedo nuestro amor y la distancia que juega con las emociones.

Ahora me explico mejor algunas actitudes tuyas, tal vez unas mías.

No estamos juntos;  porque eso sería demasiado perfecto. Ambos necesitamos crecer más.   Necesitamos equivocarnos. Conocer los latidos de otro pecho, la calidez de otra mirada y crecer de nuestras experiencias.  Somos demasiado jóvenes para estar con quien podríamos incluso acabar nuestra vida.

En un mundo tan imperfecto.  Debemos pulir nuestras..... ..
Cualidades y corregir nuestros defectos.  Tal vez en algunos años,  tal vez en algunas vidas. Esté listo para el sabor de tus besos. ..

Jueves 11 de octubre del 2007 (2da edición)

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